Manuel Cabedo, el autor de este blog, nació hace muuuucho tiempo en Valencia, pero vive desde hace bastantes años en Sant Celoni, a cuarenta kilómetros de Barcelona. A base de ir trampeando por la vida ha conseguido algunos objetivos personales: crear una familia, trabajar honestamente e incluso (¡quién lo hubiera dicho conociéndole!) conseguir con mucho esfuerzo un Doctorado en Ciencias Físicas por la Universidad de Grenoble, Francia, 1978. Tras muchos años de duro trabajo en las más diversas tareas, disfruta ahora de una merecida situación de retiro en la que, por fin, puede dedicarse a hacer cosas útiles, tales como, por ejemplo, dar largos paseos por los bellísimos parajes de los Parques Naturales del Montseny o del Corredor, que quedan a tiro de piedra de su domicilio actual. Además, entre paseo y paseo, le gusta dedicarse a aprender la Física que le gusta, a desvelar el misterio de la Bolsa para ganarse algunos eurillos suplementarios y, en los ratos libres, leer buenos libros, escuchar música clásica e incluso tocar chapuceramente el piano. Está casado desde que tenía 26 años con Amelia Filizzola, una espléndida mujer que, obviamente, no se merece y que pinta (¡e incluso vende!) maravillosas marinas y paisajes. Con ella ha tenido dos hijos, Manuel y Amelia. A estas alturas de su vida, Manuel (padre) ha decidido crear este blog para reflejar en él las muchas bobadas que se le ocurren, de manera que le aseguren el salto a la inmortalidad. Le ha puesto por título al blog “Las dos culturas” porque cree, como C. P. Snow, que los que piensan que el verdadero conocimiento está sólo en la Ciencia o, por el contrario, en las Humanidades, es como si estuvieran medio capados. De manera que los que tengan las ganas (¡qué ya es tener ganas!) de dar de vez en cuando un vistazo al blog, se arriesgan a encontrar en él reflexiones que irán desde la Relatividad General a la poesía de Miguel Hernández o Longfellow y hasta pasando, si se tercia, por recetas de cocina.
